miércoles, 23 de marzo de 2016

Espelette y San Juan de Luz (Francia)

Espelette es un pintoresco pueblo del interior de la provincia de Labort, conocido por sus pimientos rojos secos (Piment d’Espelette). Es un placer pasear por sus calles y disfrutar del singular paisaje, creado por las hermosas casas con los pimientos colgando de sus fachadas y balcones. Su orígen se remonta a 1650, cuando un marinero vasco que había estado navegando con Cristobal Colón trajo algunos pimientos al País Vasco. Al principio, esos pimientos fueron utilizados con fines medicinales y después para conservar carne y jamón. 
Paseamos por la calle peatonal desde la Iglesia de San Esteban, del siglo XVI, hasta el Castillo de los Varones de Espelette, donde está el ayuntamiento. Espelette está lleno de tiendas y boutiques que venden, además de pimientos, otros productos locales como chocolate y queso. Nosotros almorzamos en un restaurante de la calle peatonal.

Por la tarde fuimos a San Juan de Luz. Nos sentamos en un café de la Plaza Luis XIV para disfrutar de esta animada plaza. Justo enfrente estaba el Ayuntamiento y la Casa Luis XIV, construída en 1643. Aquí se alojó el rey durante los 40 días que estuvo esperando a su prometida. En el centro de la plaza hay un quiosco de música. 
Desde esta plaza fuimos hasta el puerto para ver los barcos pesqueros ir y venir. Nos acercamos hasta la Casa Joanoenia, construída en 1640 por un acaudalado corsario e inspirada en los palacios de Venecia. Aquí se alojó la Infanta de España cuando vino para casarse.
Después paseamos por las callejuelas hasta llegar a la Playa Grande, es bonita con su forma de media luna y protegida de las olas por tres enormes diques. Bajamos hasta la Rue Gambetta, repleta de tiendas, la mayoría vendiendo chocolate, dulces, productos locales, ropa y zapatos. El edificio más importante de esta calle es la Iglesia de San Juan Bautista, construida entre los siglos XV y XVII. Su exterior austero esconde un interior de nave única en el que destaca el monumental altar barroco del siglo XVII. En el interior hay galerías de madera que se extienden a lo largo de las paredes laterales y trasera del edificio. Originalmente, los hombres se situaban en estas galerías durante la misa, mientras que las mujeres se sentaban en la planta baja. En esta iglesia se casó en 1660 Luis XIV de Francia y la infanta de España, María Teresa.

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