Hoy es nuestro quinto día en India. Nuestra primera parada fue a 51 Km al suroeste de Bikaner, en el pintoresco pueblo de Kolayat. Es un centro histórico de peregrinación hindú. Un hermoso remanso de paz y poco turístico. Kolayat tiene una serie de templos de mármol, pabellones de piedra arenisca y 52 ghats (lugares de baño), construidos alrededor del gran lago artificial Kapil Sarovar, que nunca se seca. Bhaheti Dharamsala, en el ghat principal a la orilla de este precioso lago lleno de nenúfares. donde los devotos se sumergen para lavar sus pecados.
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Kolayat tiene un templo dedicado a Brahma y el templo principal es el Kapil Muni, dedicado a Kapila, un sabio védico, que derramó su cuerpo debajo de una higuera. Un día de visita aquí equivale a 10 años de otro lugar sagrado. Hay algunas dharamsalas muy básicas (casas de descanso de peregrinos), pero la mayoría no aceptan turistas. Paseamos alrededor del lago mientras santones rezaban, lisiados mendigaban y muchos niños no dejaban de pedirnos jabones y champú.
Por la carretera veíamos continuamente a mujeres acarreando cosas. Nos paramos a almorzar
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Seguimos ruta hasta Ramdevra. Es un pequeño pueblo que debe su fama al santo Baba Ramdev, musulmán sufí e hinduista, que tenía capacidad para hacer milagros y que tomó Samādhi (salida consciente del cuerpo mortal) en 1384 dC, a la edad de 33 años. Años después, en 1931, el Maharaja Ganga Singh de Bikaner, construyó aquí un templo que se ha convertido en un lugar de peregrinación. En agosto, por la carretera, se pueden encontrar infinidad de peregrinos, que en un punto fijo abandonan sus zapatos para realizar descalzos los últimos 25 km que les separan del Templo de Ramdevra.
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Llegamos a Jaisalmer y nos alojamos en el GORBANDH PALACE
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