Y volvimos de nuevo a
Devil’s Bridge and Mynach Falls y esta vez si que lo vimos. La tenebrosa y solitaria entrada,
con una puerta giratoria, que parecía en desuso y que se accionaba al
introducir una libra, nos dio paso a la espectacular vista de los tres puentes,
uno sobre otro. Según la leyenda fueron construidos por el diablo, para que una
pastora pudiera pasar su vaca al otro lado del río, a cambio del alma del
primero que pasara por él. La pastora le engañó haciendo pasar un perro por el
puente, enojando al diablo que sigue vagando por los alrededores. Después, al
otro lado del puente pudimos ver la catarata, en un paseo estupendo, con unas
vistas magníficas.
Seguimos camino hacia el sur, pasando por
Tregaron, Lampeter, Newcastle Emlyn, aquí paramos y vimos su castillo en un
alto. Seguimos a Cenarth, su puente, y llegamos a Cardigan, ya casi en la
costa. Entramos en el Parque Nacional Costero de Pembrokeshire (de unos 270 km,
sus límites están formados por accidentados acantilados, espléndidas playas
arenosas, cuevas rocosas y diminutos pueblos pesqueros) y llegamos a Fishguard.
Nuestra ruta acabó hoy
en San David, dicen que es la ciudad mas pequeña de U.K. Su catedral y su
íntima relación con el patrón de Gales, San David, cuyos restos están
enterrados en este lugar, hacen de esta población una verdadera ciudad. La seo,
construida a finales del siglo XII, abarca una mezcolanza de estilos que
esconden su estructura escandinava original. El edificio deja entrever su
carácter pretérito con el desnivel de su suelo (resultado de un terremoto en
1248), su nave, la siempre reservada sillería de los monarcas y el altar
normandos. En la Edad Media, se decía que dos peregrinajes a este templo
equivalían a uno a Roma. Justo al lado están las Ruinas del Palacio Episcopal.
En la catedral había un concierto de música clásica, que oímos desde fuera.
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