Nuestra ruta comienza en el área recreativa de Quejigales. Partimos por el carril en dirección noreste, dejando a nuestra derecha el arroyo de la Cañada del Cuerno. A unos 250 m del aparcamiento nos encontramos un puentecito de madera sobre el arroyo que es el comienzo de la ruta para subir el Torrecilla y nuestro camino de vuelta. Nosotros seguimos por el carril durante algo más de un kilómetro hasta un desvío que tomamos a la derecha para enfilar hacia la Cañada de las Ánimas.
Pasamos por la fuente del Pinar o Molina, cruzamos la parte baja de la Cañada de Enmedio y el carril se convierte en sendero. Comenzamos a ver pinsapos de gran porte, alguno con más de 20 m de altura. Es una zona bastante húmeda con mucho musgo. El sendero empieza a empinarse hasta la Cañada de las Ánimas. Los árboles están cargados de agua de la lluvia del día anterior y al pasar nos mojamos. De pronto empieza a nevar. ¡Impresionante!. Al llegar a la parte más alta de nuestra ruta estamos casi a 1700 m y en un cruce de caminos. Hacia el sureste una senda nos llevaría al Puerto del Oso y hacia el oeste en ligera bajada para internarnos en la Cañada de Enmedio. Ésta es más abierta y con menos pinsapos.
Al poco encontramos una zona de grandes piedras, los Riscales de la Zorrera y a pesar de hacer mucho viento y niebla paramos para comer y descansar. Después continuamos bajando hasta el fondo de la cañada y poco después comenzamos a subir para abandonarla por el lado contrario de la vaguada.
Pasamos por un promontorio rocoso, es el Espolón de la Cañada de Enmedio, desde el que tenemos una buena panorámica del bosque de pinsapos de la cañada. Continuamos nuestra marcha por la ladera observando los pinsapos retorcidos y con ramas fracturadas. Al poco descendemos a la Cañada del Cuerno hasta el cruce con el sendero que baja del Puerto de los Pilones. Recorremos la cañada hasta al puente de madera que vimos al principio de nuestra ruta, lo cruzamos, giramos a la izquierda y a unos 250 m terminamos la ruta.
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Al poco encontramos una zona de grandes piedras, los Riscales de la Zorrera y a pesar de hacer mucho viento y niebla paramos para comer y descansar. Después continuamos bajando hasta el fondo de la cañada y poco después comenzamos a subir para abandonarla por el lado contrario de la vaguada.
Pasamos por un promontorio rocoso, es el Espolón de la Cañada de Enmedio, desde el que tenemos una buena panorámica del bosque de pinsapos de la cañada. Continuamos nuestra marcha por la ladera observando los pinsapos retorcidos y con ramas fracturadas. Al poco descendemos a la Cañada del Cuerno hasta el cruce con el sendero que baja del Puerto de los Pilones. Recorremos la cañada hasta al puente de madera que vimos al principio de nuestra ruta, lo cruzamos, giramos a la izquierda y a unos 250 m terminamos la ruta.
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