Ágreda es una villa soriana en la
que convivieron tres culturas.
Su pasado musulmán podemos
verlo en sus murallas y sus puertas califales (La más famosa es la "Puerta
Califal", del siglo X, de estructura cúbica con una portada interior y
otra exterior separadas entre sí por un corto tramo a modo de zaguán cubierto
con bóveda de medio cañón sobre impostas. Otra es la "puerta de la
Muela", por hallarse junto a un pozo. Flanqueada por dos potentes cubos,
abriéndose en un único y sencillo vano también de dovelaje en herradura). La
Fortaleza de La Muela. Recorriendo sus estrechas e intrincadas callejas, nos
imaginamos la Ágreda judía, con su sinagoga. Y vemos la Agreda Cristiana en la
Iglesia románica de San Miguel, en la plaza del Mercadal, que conserva su
soberbia torre-campanario cuadrada y almenada, con ventanas geminadas sobre
columnas y bellos capiteles; es del siglo XII y al estilo catalán. El interior,
de una sola nave, es gótico. En la iglesia románica de Nuestra Señora de la
Peña, que es de las más antiguas conservadas, fundada en 1193. Este templo
acogería en 1221 los desposorios entre el rey aragonés Jaime I el Conquistador
y la princesa Leonor de Castilla. Y en San Juan Bautista, que es es una recia
construcción renacentista con reformas barrocas que, en su muro sur, ha
conservado su primitiva portada románica.
Es también interesante el
Palacio herreriano de los Castejones, fue construido a finales del siglo XVI por
Don Diego González de Castejón y Vinuesa, regidor de Soria y Ágreda, el cual
deseaba edificar un palacio digno de albergar a reyes y nobles a su paso por la
Villa. Tiene un jardín renacentista.
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