La Cartuja de Escaladei
o Scala Dei fue un monasterio cartujo situado en la Sierra de Montsant,
en la comarca del Priorato (Tarragona). Fundada en el siglo XII, se
considera la primera cartuja de la Península Ibérica. Su origen se
remonta al año 1194 cuando el rey Alfonso II el Casto donó las tierras
para construirla. En el siglo XVIII había tres claustros y hasta 30
celdas. Fue un centro de interés religioso y contaba con una importante
escuela pictórica. En 1835 tras la desamortización se abandonó la
comunidad lo que derivó en su destrucción. Hoy se puede visitar sus
ruinas (el portal barroco de la Madre de Dios, la iglesia y una celda
reconstruida que cuenta con el mobiliario y los utensilios propios de la
vida monástica, lo que nos permite imaginar el modo de vida de los
monjes cartujos). La cartuja fue fundamental en el origen del cultivo de
la vid en la región que actualmente conforma la "Denominación de origen
del Priorat". Dice
una leyenda que unos monjes vinieron a buscar un terreno adecuado para
construir la cartuja y que encontraron a un pastor que les explicó que
en sueños veía unos ángeles que subían al cielo por unas escaleras
apoyadas en la cepa de un pino que había en el lugar donde él pastaba
sus rebaños. Los monjes lo interpretaron como una señal de Dios y allí
mismo construyeron un pequeño claustro que sería el origen de la Cartuja
de Santa Maria de Escaladei, que significa "escalera hacia Dios". Una
curiosidad: parece ser que fue en la cartuja de Escaladei donde se
inventó el postre conocido como manjar blanco
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