jueves, 17 de abril de 2014

Parque Natural del Barranco del río Dulce


Salimos desde La Cabrera dirección Aragosa.

En la pintoresca localidad de La Cabrera es difícil encontrarse con habitantes, salvo que sea fin de semana o temporada estival. En sus calles se respira soledad, quietud y belleza. La Cabrera tiene un caserío diminuto, pero está impregnado del atractivo de las cosas pequeñas y bien cuidadas. El puente es minúsculo, la iglesia románica una miniatura y el frontón de plaza parece de liliputienses. Pero todo es hermoso, lindo y bien dispuesto. Como el río, que en las inmediaciones del puente exhibe una lámina de plantas acuáticas que tapizan en verde su cauce.


Es un recorrido por terreno llano, por una pista junto a la ribera del Río Dulce. A partir del puente seguimos la senda que recorre la margen derecha del río.



Éste es el último tramo del barranco del río Dulce. Hay hoces, cortados y murallones. La zona nos ofrece vegetación abundante: quejigos, enebros, sabinas y encinares, y algunos claros en el bosque propicios para el recreo, la comida campestre y el relajo general. A menos de media hora se encuentra el caserío de los Heros, con apariencia de antigua fábrica de ladrillos, aunque en realidad fue una industria en la que se elaboraba papel para la Casa de la Moneda aprovechando la abundante madera de los alrededores.

Pasaremos por un cruce de caminos, con una desviación que se dirigía al antiguo poblado de trabajadores de la fábrica, y la ruta sigue aguas abajo hasta que el valle comienza nuevamente a estrecharse, y a conformar caprichosas formaciones geomorfológicas en el horizonte.

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