Nuestra primera visita es la Cascada Seljalandsfoss. El río Seljalandsá, el 'río líquido', cae cerca de 60 metros en lo que en otros tiempos era una escollera sobre el océano y que hoy marca el límite entre las Tierras Altas y el resto del país.
Desde allí fuimos a la Cascada Skogafoss. Situada en el tramo final del río Skógá, probablemente la cascada más famosa de Islandia y una de las más hermosas. Tiene 62 metros de altura y casi 30 de anchura. Se ubica en un paraje impresionante: el agua cae sobre un lecho de piedras negras que contrastan con el verde esmeralda de las laderas que rodean la catarata. La cascada puede admirarse tanto desde abajo, o subir unos más de 400 escalones y disfrutar de unas espectaculares vistas desde la parte más alta.
Vik i Myrdal, es un pueblo frente al mar situado en el sur de Islandia. Se encuentra a la sombra del glaciar Mýrdalsjökull, que cubre el volcán Katla. Estuvimos visitando la Reyniskirkja, una iglesia de madera que data de 1929 y había unos recién casados haciéndose fotos. La playa de Reynisfjara tiene guijarros negros, columnas de basalto y las formaciones rocosas de Reynisdrangar.
Desde allí llegamos a la península de Dyrhólaey y su gran arco rocoso.
La playa de Reynisfjara tiene guijarros negros, columnas de basalto y las formaciones rocosas de Reynisdrangar. Los acantilados de la montaña Reynisfjall albergan aves marinas, como los frailecillos.
















































