Algarve, situado en el sur del país, guarda rastros en su arquitectura del paso de los musulmanes (terrazas, chimeneas, casas blanqueadas. La longitud de su línea costera es de 155 km, desde el cabo de San Vicente hasta la desembocadura del río Guadiana. La costa destaca por sus cuevas y grutas abiertas en la roca caliza.
Lagos, fue puerto de desembarque de carabelas, con oro, esclavos y marfil. Tiene preciosas playas acantiladas, llenas de rocas y grutas, la Praia de Don Camilo, La Praia de Ana y la Punta da Piedade (alguien bajó por unas empinadas escaleras hasta la playa). Portimao, calles estrechas donde se pueden apreciar las casas típicas con fachadas de azulejos y balaustradas de cerámicas, bajamos a la playa de Rocha con sus ocres y rojizas rocas y de fondo sus turquesas y cristalinas aguas. Lagoa, famosa por sus vinos, playa de Carvoeiro y su ensenada, la playa del Paraíso y la Playa de Algar Seco. Albufeira, fue habitada por los árabes, que la llamaron Al Buhara, castillo del mar. Playa de Armaçao de Pera y después en el pueblo sardinas asadas. Aquí ya las playas se hacen planas y arenosas. Loulé, conocida por las típicas chimeneas del Algarve, callejeamos hasta su castillo del siglo XIII. Cruzamos el Guadiana hasta Ayamonte.
